domingo, 28 de noviembre de 2010

Recibo anual, una vida Ballantine´s

Atraco mensual de ideales,
robo diario de minutos de silencio,
excesiva jornada laboral que promociona Calvein Klein, y encarece cada aliento de oxigeno,
es ese café mañanero que hace de laxante intestinal y a la vez intelectual.
Sórdido, le paso la factura al gobierno, a su sistema político, a la seguridad social, al consumismo que la mantiene, al Sr. Emilio Botín y al chuletón que sé, se le atragantará muy muy pronto, o a la ensaladita de tomates cherry con vinagre de modena que le permite su dietista a nuestro amigo Belloch, fruto de su propia corrupción arterial, en contra del colesterol, que es lo que todavía le hace humano.
Pero, supongo que lo mio será parecido, siempre me pregunté, cual era, que respuesta tiene esa eterna cuestión, qué sómos, qué sentido tiene todo esto. La peor condena es no saberlo.
La respuesta habitual con destino a un salvaje confromismo impropio del Ser Humano es, para ser feliz, solo se vive una vez. Mierda, pues precisamente por eso, trabaja toda la vida para conseguir, ¿el que?, una buena pensión, y despúes...despúes...eso todos lo sabemos.
Por eso, consciente de saber quién mantiene el sistema tal y como esta, y por supuesto, de no ser el único que ha llegado a estas maravillosas conclusiones y de que este, este sí es nuestro destino común, le paso la factura al gobierno, al gobierno y a todos esos amigotes que manejan el cotarro, tu vida, la mía, y la de todo buen hijo de vecino...porque no, pese que hasta ahora ha sido así, no, no les va a salir gratis.

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